Conclusión.

    Rumanía es un país estupendo para visitar. Y esto lo digo sin conocerlo a fondo. Hemos recorrido unos 2100 km en 9 días y casi el 90 por ciento por carreteras secundarias. Es verdad que hemos pasado por carreteras con mucho bache en las zonas de montaña pero el resto no están tan mal. Teniendo en cuenta que los límites de velocidad suelen ser de 50km/h al pasar una población y que por la disposición de las casas a lo largo de la carretera, cuando se terminaba una población empezaba otra, no da tiempo de apreciar que por esa carretera no es cómodo correr. Sabiendo además que por las zonas rurales es continuo adelantar carros tirados por animales y cargados de hierba, ocupando casi todo un carril.
    Los alojamientos son asequibles y en la misma carretera es fácil  encontrar anuncios con ofertas. Desde los hoteles más cómodos hasta las pensiuneas más familiares.
Las comidas tampoco son problema. En verano en cualquier sitio preparan una ensalada  y un plato con carne de pollo o cerdo. Y por supuesto una botella o jarra de cerveza de ½ litro.
     El idioma de oído es complicado, pero hay muchas palabras que al verlas escritas se pueden traducir.
     Se pueden hacer distintos recorridos por el país, desde el mar negro con turismo de playa y la desembocadura del Danubio,  Bucovina con sus monasterios pintados;  Maramures y las iglesias de madera, pasando por Transilvania y los famosos castillos, hasta Valaquia y sus curiosas iglesias fortificadas, para terminar en Bucarest. Sin contar las zonas de montaña y de parques naturales que se encuentran por todos los Cárpatos que atraviesan el país.
    La moneda a día de hoy con un cambio de 1€ equivalente a 4,5 lei nos permite comprar a precios inferiores que los de España, tanto en hoteles, restaurantes y acceso a los lugares turísticos.
    Los transportes tampoco son caros, a pesar de que la gasolina tiene un precio similar al de España.
    Acceder al país para un español no tiene ninguna complicación. Con el DNI es suficiente.
    Si estas dudando decídete, no te arrepentirás. Porque nos gusta viajar.