Noveno dia.Regreso a Bucarest

Monasterio de Horezu

     Desayunamos una combinación a elegir de una carta. Tiene zumo de bote, café, té o cacao, una tortilla de verduras y embutido y un tomate en rodajas. Está correcto.
    Vamos hacia el monasterio de Horezu que está a 7km. En la salida del pueblo pasamos por una sucesión de puestos de venta de cerámica típica que también se ven en la entrada del monasterio. Cruzamos la primera puerta del recinto y aparcamos delante de la segunda.( 45.168603, 24.006897) Desde aquí vamos
andando los casi 200m que hay hasta una tercera.Al cruzar la puerta se puede ver la armonía en el diseño de uno de los monasterios más representativos de la arquitectura rumana del siglo XVII. En el interior de la iglesia un conjunto de pinturas muestran escenas del antiguo y nuevo testamento. Destaca la de la familia de Constantino, como promotor del conjunto con fines necrológicos.

Aunque es un lugar de peregrinación para los rumanos, hay poca gente y tan solo una excursión de jóvenes coincide con nosotros. Desde aquí salimos hacia Pitesti volviendo un buen tramo por la misma carretera que nos trajo. Una confusión en una rotonda nos facilita parar y asomarnos al pequeño lago de Ramnicu Valcea.

Monasterio de Horezu	Lago Ramnicu Valcea

     Casi 63 km después llegamos a Pitesti. Pero antes hacemos una parada en plena subida a solo 20 km en una zona de restaurantes muy concurrida. Tomamos un refresco y estiramos las piernas. Por fin llegamos a Pitesti donde dejamos el coche en un aparcamiento del centro.( 44.858369, 24.872887) 2lei la hora. La visita se resume en dar una vuelta por la calle Victoriei que concentra la zona peatonal, visitar la iglesia de San Jorge y comer algo antes de ir a Bucarest. Al final se nos van casi 3horas.

Pitesti	Iglesia de San Jorge. Pitesti

    Salimos hacia Otopeni y enseguida cogemos una autovía que nos lleva rápidamente una buena parte de los 130km que tenemos para llegar. Cerca de Bucarest se toma una circunvalación con muchos tramos en obras que retrasa un poco pero por fin estamos en la oficina de nextauto, con la incertidumbre que se pasa en la revisión que hacen al devolver el coche. Teníamos el alquiler hasta el día siguiente a las 10 de la mañana. El de la empresa estaba extrañado por el adelanto en la devolución. Pero le explicamos que ahora nos íbamos a Bucarest y en las grandes ciudades el coche es una incomodidad y un riesgo con tanto tráfico.

    Al parecer está todo bien y solo tenemos que hacer el papeleo de anular la retención de la franquicia en la tarjeta de crédito. Además se ha ofrecido para acercarnos a la terminal y nos ha explicado el funcionamiento de las maquinas que hay en el vestíbulo para llamar taxis. Elegimos una compañía, damos al botón y nos sale un ticket con el número de taxi y el tiempo estimado de llegada. Se supone que así se evita el intrusismo pero no la picaresca del taxista que nos ha llevado dando un rodeo que suponemos seria para evitar el tráfico del centro, de lo que debía estar bien informado por que delante tenía 4 pantallas, entre gps y móviles, además de ir hablando con alguien por un micro. Al final por 38 lei estamos en el hotel Parlament.
    Empezamos andando según las indicaciones del recepcionista con el edificio del parlamento a nuestra derecha y en 20’ estamos en la zona vieja, plagada de restaurantes y de gente. Cenamos por 82lei y después reservamos en el Caru cu Bere para el día siguiente a las 21h. Volvemos andando al hotel.